Síntesis grupal B1

En esta página os reflejamos nuestra síntesis sobre la primera tarea: "¿En qué cultura docente profesional nos hemos socializado?". Según nuestra experiencia opinamos:

Cristina

En mi práctica educativa he encontrado verdaderos profesionales de la educación y otros que no lo eran tanto. Si bien es cierto, es que nadie debería juzgar el trabajo de nadie, pero siempre debemos estar abiertos a críticas constructivas. En las prácticas de la carrera y en mi corta carrera como maestra de apoyo por las tardes en los colegios he seguido viendo lo mismo que he visto en las prácticas. Hay profesores implicados, innovadores y sobre todo con ganas de hacer cosas pero también existen maestros y maestras acomodadas y poco preocupadas por su formación actual y nada dispuestos a cambiar.


Todos los profesionales que trabajamos en la enseñanza, debemos de ser conscientes de los continuos cambios que se producen y con ellos, cambiar nosotros también. Ayudar también de esta manera a los docentes que de alguna manera, se “resisten” al cambio y son superados por las circunstancias del día a día.


Ser docente es desde mi punto de vista un privilegio, debemos ser conscientes de que en nuestras manos están los futuros adultos que van a formar nuestra sociedad el día de mañana y que si hemos optado por ser docentes, debemos ser unos verdaderos profesionales en el ámbito de la educación y todo lo que tiene que ver con ella.


Natalia

Tengo la Titulación de Diplomada en Magisterio en Educación Infantil, voy a basarme en mis periodos de prácticas puesto que en la actualidad no estoy ejerciendo. Aunque terminé la carrera hace 5 años, recuerdo que durante mis prácticas, tuve que adaptar mi labor educativa partiendo del contexto socioeconómico del entorno. Tuve que partir de un contexto educativo que comparado con otros años, había cambiado debido a una mayor movilidad de las personas y a los fuertes flujos migratorios. La población se hace cada vez más diversa desde el punto de vista étnico, lingüístico y cultural y sin olvidarnos de las Nuevas Tecnologías.


Como futura docente debía de dar respuesta a esta sociedad llena de cambios y otorgar a mi alumnado aquellas necesidades básicas para su desarrollo personal y educativo. Mi tutora durante las prácticas era una mujer joven, le gustaba lo novedoso y partir de los intereses y necesidades de su alumnado, por lo que como yo creía en los mismos principios, seguí su misma forma de entender la enseñanza. Planteaba actividades motivadoras, y mi objetivo primordial era que mi alumnado pudiera aprender a través de la manipulación: observación, experimentación, etc. Les planteaba problemas cognitivos y ellos debían de realizar sus propias hipótesis y sacar sus propias conclusiones.


También recuerdo, que a los familiares sólo les interesaba que sus hijos e hijas terminaran los libros y las fichas, sin interesarles otros aspectos de su aprendizaje. Al final de la semana lo que importaba era cuantos números de fichas llevaba el niño o la niña a casa y si iban a un ritmo igual o superior que las otras clases de infantil. No quería que los alumnos y alumnas aprendieran por aprender sino que me propuse dar el significado y la importancia que se merecía todo ello partiendo de las curiosidades, intereses y motivación de los pequeños.


Estefanía

Para empezar, brevemente resumo la situación profesional en la que me encuentro. Éste es mi segundo año ejerciendo la profesión, por lo tanto, me siento totalmente identificada con Angulo (1993), no tengo demasiada experiencia (aunque día a día va creciendo) y debo compatibilizar dos papeles importantes: enseñar a mis alumnos y aprender a enseñar.


A ello se le suma mi corta edad y el ser mujer. Pienso que ambos son factores negativos que me repercuten a la hora de “darme a conocer”. El tema de la edad salió en la primera clase y se pudo observar que hasta nosotros, propios compañeros de profesión, “nos echamos tierra encima”. Una persona que tenga treinta y dos años y comience a ejercer como maestro/a, ¿ya es experto/a? ¿Qué ocurre? ¿La experiencia va con los años? ¿O a medida que me enfrente día a día al escenario de trabajo iré cogiendo mayor y mejor experiencia? Esto ocurre en todas las profesiones. Además, seguro que la mayoría de vosotros, “compis”, comenzasteis pronto, ¿no? Pienso que la experiencia la da el día a día, la continuidad, no la edad o unas oposiciones.


No nos socializamos de pronto, sino que tenemos que ingresar e integrarnos, a la vez de interaccionar, para llegar a socializarnos en la profesión. Conociendo de ante mano que el primer año de enseñanza como refleja Gold (1996) es muy importante. Al igual de importantes son los “colegas” en esta etapa, ya que nos sirven de apoyo, ofrecen ayudas, sugieren y advierten.


Para concluir, aunque llevo poco tiempo trabajando, estoy orgullosa de haber elegido esta profesión. A lo mejor algunos de mis compañeros con más experiencia están algo “quemados”, porque la verdad, es una profesión muy gratificante donde cada día tenemos que dar más de nosotros mismos, así que es normal el agotamiento de algunos docentes.


Pero pienso que esto se nos recompensa, no con el salario, sino viendo a nuestros alumnos yendo hacia delante, superando las barreras y obstáculos que cada año le ponemos nosotros y la sociedad.


El ver la continuidad de esos niños, que entraron llorando y pataleando en un aula y que en el futuro serán hombres y mujeres con diferentes expectativas, es otro argumento que refleja ese SÍ. Merece la pena ser docente y dar todo lo mejor de mí para recibir todo lo de ellos.